Mi primera semana en el INVE 2018

 

El conocer a Enseña Perú es una experiencia de gran significación para mí tanto como persona y profesional; pero va más allá de lo que había pensado en un inicio; ya que es imposible describir con palabras lo que siento, ahora mismo que intento expresar lo que significa.

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Siento que las palabras no abarcan el significado que pretendo dar, la emoción me embarga, y quiero establecer una secuencia de orden e importancia para cada espacio vivido aquí; pero es difícil y si lo hiciera me parece que dejaría muchos aspectos tan ricos y valiosos en esta casa de retiro Betania en el Callao, y eso no sería justo ni exacto.
 
A estas alturas, al término de mi primera semana, son muchas las experiencias internas que han suscitado en mi dentro de este inolvidable encuentro con personas tan especiales, que al inicio eran totalmente desconocidas, ellos significaban al inicio de todo esto, un misterio para mí.
 
Muchas ideas cruzaban por mi mente cuando llegué, veía a muchos chicos cantando y animosos, ellos contagiaban tanta alegría, tanto entusiasmo que dibujaron una sonrisa en mi rostro desconfiado. Una vez que estuvimos debajo de la unidad que nos trajo, cada detalle de la recepción fue importante, no solo parecían personas felices, ¡realmente lo eran!
 
Algunas personas vieron el video promocional de Enseña Perú que muestra los logros de “Los Guías del Tunsho” y me alegraron diciendo frases tan alegres como que no me conocían pero ya me querían… aunque para mí fue tan especial porque hasta esos momentos no había podido ver aquel video, el cual recién pude observar en mi primera salida el día viernes por la noche en una cabina de internet y me dio tanta emoción el resultado que se presentaba en aquel video; el cual describía muchos pasajes de mi vida en Suitucancha, lugar donde trabajo desde ya casi 10 años.


Luego de ver a los niños del Colegio Fernando Belaunde Terry, con una batucada, quise ver la forma de aprenderla para enseñarla a mis estudiantes pronto.


Los primeros momentos fueron de gran alegría y júbilo, pero conforme iban sucediéndose las actividades y talleres, esta se convirtió en un espacio de cercanía y sinceridad. La gran tarea de descubrirnos a nosotros mismos empezaba entre incertidumbre y desconfianza.
 
Sobre todo, los talleres de liderazgo fueron y son espacios de gran crecimiento y desarrollo personal, las actividades, desconcertantes e inciertas, en un inicio se tornaron cercanas y emotivas a más no poder. Ello fue realmente necesario, no me imagino otro camino para entrar en un diálogo interior con cada uno de los participantes y hoy PEP felices, orgullosos y motivadazos hasta los huesos. Era necesario vaciar aquellas vasijas para poder llenar en ellas un vino nuevo. Sí, es una tarea difícil lo sé, pero no es imposible, aquí estaré al pie del cañón, como se dice, hasta quemar el último cartucho, renovado por la educación de calidad para mis estudiantes.
 
Quiero seguir conectándome con Enseña Perú, con cada proceso formativo. Sé además que el reto de la pasión por la educación no es tanto algo vacío o un cliché, cada uno de nosotros está en pleno y franco proceso de dar el salto; aquel salto que antes era ir a descansar, saltar a dormir a la cama o ir a divertirnos sin sentido los fines de semana; estamos aquí, muchos sin entender claramente un nuevo rol, rol nuevísimo como el de ser docentes, pero ahí con la energía tan pura que tienen los jóvenes profesionales brillantes como una luz en la mañana. Así estoy al final de mi primera semana. Esto es INVE 2018, 9ª promoción, la previa, donde ya somos clasificación, un nuevo panorama se avizora y con fe vamos por más...

Raúl Zegarra
PEP 9na Promoción