Capítulo 18: La felicidad de poder reencontrarnos
Serie: #AhoraMásQueNunca, PEP trabajando por la educación
Por: Valeria Duarte
Cuando Lucía, Profesional de Enseña Perú (PEP) en San Ignacio de Loyola - Cusco, empezó su camino dentro del Programa de Liderazgo, sabía que iba a conocer y aprender junto a sus estudiantes de manera virtual, pero, desde el primer momento, guardaba el anhelo de poder regresar a las aulas. Sin duda los primeros meses fueron todo un reto. “No poder conocer a los chicos fue frustrante. Los medios tecnológicos no facilitaban la conversación. En muchos casos no había visto sus caras ni había escuchado sus voces. Pero traté de buscar soluciones, métodos, herramientas e instrumentos para que los chicos no se vean afectados”, nos cuenta Lucía.
Sin embargo, la noticia de un pronto regreso a la presencialidad, le regresó la alegría. “Yo soy profesora, entonces creo firmemente que la relación que tienes con tus estudiantes, es parte fundamental de lo que logras como profesora. Por eso yo fui la primera en anotarme y era la más emocionada de poder, al fin, formar ese vínculo.” Luego de algunas semanas de coordinaciones y varios meses de clases virtuales, llegó el día de encontrarse y conocerse en el salón de clases. “Ellos al comienzo estaban muy tímidos porque los primeros que asistieron en presencial fueron aquellos estudiantes que por falta de conectividad no se conectaban a la clase y no interactuaban conmigo.”
Conforme fueron avanzando las semanas, ese vínculo de confianza fue creciendo. “Ahora que ya vamos 3 semanas, nos llevamos muy bien y formamos una relación muy bonita”. Esta situación ha permitido que la profesora Lucía logre replantear alguno de sus objetivos y acomodar sus experiencias de aprendizaje, para poder trabajar las distintas competencias con sus estudiantes. “A inicio de año, yo estaba un poco desanimada porque mis metas no eran muy altas, porque no podía involucrar a todos mis estudiantes por problemas de conectividad. Pero ahora, mis objetivos se han vuelto un poco más prometedores. Ya puedo hablar de un 80% que sí va a lograr sus competencias de una forma positiva y eso me tiene muy feliz.”
Como parte de la formación de este vínculo cada vez más cercano, Lucía ha empezado a vivir momentos muy significativos con sus estudiantes. “La semana pasada, vinieron a mi colegio con cámaras para hacer una nota sobre el regreso a la semipresencialidad. Este hecho nos tomó por sorpresa y mis estudiantes se pusieron muy nerviosos. Pero terminó siendo un momento muy divertido porque nos reímos mucho.”
Sin duda para Lucía, este regreso a la semipresencialidad supone muchos retos y nuevas historias por construir, pero la emoción de seguir conectando con sus estudiantes, la motiva a descubrir este nuevo camino.