Resumen de la investigación: Enseña Perú
Contexto:
El sistema educativo peruano busca educar a 9,4 millones de estudiantes de educación a través de múltiples niveles de coordinación gubernamental. Tras el lanzamiento del proceso de descentralización en 2002, el sistema ha funcionado con tres niveles de gobierno con complejas dinámicas de poder: el nivel nacional (Ministerio de Educación), el nivel regional (25 Direcciones Regionales de Educación) y el nivel local (220 Distritos Educativos). Aunque los principales instrumentos políticos - currículo, evaluación y certificación educativa, y política de carrera docente - se determinan a nivel nacional, las regiones y los distritos pueden configurar y adaptar esos instrumentos a las realidades locales. En concreto, los distritos gestionan las nóminas de los profesores, su formación y desarrollo (con intervención regional y nacional) y las iniciativas para mejorar la educación. Sin embargo, históricamente, los esfuerzos políticos se han enfocado fundamentalmente a través de un proceso descendente, y la cuestión de la eficacia de este enfoque sigue planteada a la luz de la escasez de métodos que incluyan enfoques ascendentes.
Perú desarrolló su estrategia de amplitud de competencias hace menos de una década en un contexto de constante estratificación de políticas y extrema inestabilidad política. Durante los años 90, Perú no contaba con un currículo nacional oficial, que se desarrolló en 2005 tras la declaración de emergencia de la educación peruana en 2004. Sin embargo, esta primera iteración estaba muy orientada a los contenidos. No fue hasta 2016 cuando Perú decidió poner en marcha un marco de 31 competencias con el objetivo de reducir la enseñanza basada en contenidos y desarrollar competencias más allá de la comprensión lectora y las matemáticas, como la ciudadanía, la colaboración, el desarrollo de la identidad y la capacidad de crear prototipos y realizar investigaciones. Sin embargo, los profesores apenas recibieron formación profesional para hacer realidad este plan de estudios en las aulas, y los sistemas nacionales de evaluación siguieron evaluando resultados limitados a la lectoescritura y las matemáticas (hasta 2023, cuando se introdujo la primera evaluación nacional de competencias socioemocionales, aunque administrada y utilizada únicamente por el Ministerio). Todos estos cambios han pasado por las manos de los 21 ministros de Educación que ha tenido el Perú desde 2002.
En la última iteración del Plan Nacional de Educación -un plan que orienta la política gubernamental de 2021 a 2036- el concepto central era educar para una "ciudadanía plena": vida emocional sana, ciudadanía responsable y trabajo sostenible; un concepto inspirador al más alto nivel de la política. Sin embargo, Perú sigue luchando por transformar los sistemas educativos de sus distritos, ya sea para destacar en competencias fundamentales o para perseguir resultados más amplios.
En todo el mundo se investiga poco sobre cómo transformar los sistemas educativos y, en particular, sobre cómo entender las condiciones en las que los sistemas educativos pueden transformarse para perseguir objetivos y resultados más amplios. Además, la mayor parte de la investigación en este campo no incluye a las comunidades como co-investigadores sobre cómo transformar sus propios entornos educativos. Estas son las lagunas que pretendemos colmar con nuestro programa de investigación.
Finalidad y objetivos de la investigación:
Este estudio examinará los facilitadores y las barreras para el desarrollo del compromiso y la coherencia en comunidades peruanas marginadas que quieren transformar la educación de su distrito. Además, el estudio tratará de comprender cómo las dinámicas e interrelaciones de poder influyen en la forma en que los individuos de diferentes roles deciden comprometerse con un proyecto colectivo de transformación de la educación. Por último, el estudio colaborará con colectivos de investigación comunitarios para que la comunidad desarrolle sus propios activistas de investigación que puedan contribuir consigo mismos y con el mundo sobre cómo transformar los sistemas educativos.
Planteamiento y métodos:
Utilizaremos un enfoque de investigación participativa (Tandon, 1981; Cornwall y Jewkes, 1995) para colaborar con los colectivos de investigación de la comunidad en el desarrollo del conocimiento (perfeccionamiento de las preguntas de investigación, definición de los métodos, recogida y análisis de datos y comunicación de los resultados). También combinaremos ese enfoque con un enfoque sistémico (Bronfenbrenner, 2000) para descubrir la compleja dinámica del cambio educativo más allá de las instituciones y normativas formales.
La forma en que definiremos el sistema para este estudio será el distrito[1] . Elegiremos 2 distritos en los que hemos observado un colectivo incipiente y diverso de miembros de la comunidad comprometidos con la transformación de su sistema educativo. Dado que nos centraremos en las condiciones de compromiso y coherencia para la transformación educativa, el diseño permite que cada distrito persiga un resultado educativo diferente.
Nuestra investigación será empírica y esperamos que la mayoría de los datos sean cualitativos (grupos de discusión, entrevistas, diarios, etc.). Esperamos recurrir a técnicas de cartografía de sistemas, análisis de redes sociales, análisis del discurso, análisis comparativo de políticas, etc. También podemos recurrir al análisis documental del plan de estudios nacional y de los planes distritales y escolares.
Salidas:
A corto plazo: Esperamos que algunos de nuestros primeros resultados de investigación hacia mediados de año sean el mapeo de sistemas de cada uno de los dos distritos (comparados y contrastados) y las indagaciones iniciales sobre lo que significa desde la perspectiva de la comunidad transformar un sistema, comprometerse y lograr coherencia.
A medio plazo: una vez que tengamos un diagnóstico comunitario sólido del poder y los entendimientos principales, podremos pasar a comprender qué genera o dificulta el compromiso y la coherencia dentro de un distrito concreto[2] .
[1] Los sistemas son complejos. (véase Ladyman, J., Lambert, J., & Wiesner, K. (2013). Si aplicamos esta noción a un distrito, podemos enumerar algunos de los elementos que integran esta complejidad: personas, instituciones, puntos de datos, leyes, infraestructuras, programas, recursos financieros, herencias culturales, jerarquías, incentivos, castigos, creencias, etc.
[2] Podemos optar, si lo consideramos oportuno, por abordar esta etapa como un proyecto de Investigación Acción Participativa.