EYLLEN RAMOS

 

Mi nombre es Eyllen Ramos, soy PEP (Profesional de Enseña Perú) de primer año, me encuentro trabajando en la Institución Educativa 15192 San Miguel de Seren. La escuela se encuentra en el  departamento de Piura, distrito Tambogrande, específicamente en el caserío San Miguel de Seren. 

Cuando me hicieron saber que enseñaría a primer grado de primaria, me alegré inmensamente. Era lo que tanto deseaba, porque siempre he tenido una conexión especial con los niños, además, me inspira la manera como perciben el mundo. A pesar de ello, sabía que no iba a ser fácil porque tenía que enseñarles el proceso de lectoescritura, pero confiaba en la capacitación y acompañamiento del equipo de Enseña Perú, así como en mi vocación. En mi mente estaba que por alguna razón especial me habían asignado esa plaza.

Cuando conocí a mis estudiantes todos me miraban con extrañeza. Recuerdo que en la primera clase hice un par de dinámicas de integración. A pesar de mi entusiasmo, mis estudiantes eran  muy tímidos. Inmediatamente, me di cuenta que lo primero que tenía que trabajar con ellos era la confianza, así que intenté involucrarme, jugar, reír, cantar y bailar juntos. Con el tiempo se fueron soltando más. Ahora participaban, me comunicaban lo que no les gustaba, debatían entre sus compañeros y se involucraban en su propio aprendizaje. 

Saber que día a día consigo que mis estudiantes avancen en sus competencias y estar en primera fila observando su crecimiento personal, me motiva a seguir aprendiendo para ellos. Sé que aún estoy en el proceso inicial y puedo decir que no es fácil vivir esta experiencia. Diariamente se asumen retos y ningún día es igual que otro. Aún así, al final del día, cuando todo termina, me siento dichosa porque sé que mi trabajo es para bien de otros, que con mi labor puedo contribuir a la transformación de la comunidad. 

Finalmente, otro reto que se hizo presente al conocer a mis estudiantes era el recibimiento del programa, teniendo en cuenta que es la primera vez que los padres del 1er grado “B” confían en Enseña Perú. Mi sorpresa fue enorme porque al contarles sobre mí, sobre el programa y sobre Enseña Perú, me dieron las gracias por estar con sus hijos, por mi paciencia al enseñarles, por el interés que le doy a la educación y se mostraron agradecidos con Enseña Perú cuando vinieron a visitar la institución educativa. Incluso algunos padres me compartieron comentarios de mis estudiantes, los cuales reafirmaron mi propósito. Una madre me dijo: “Profesora, desde que usted le enseña a mi hija, ella no quiere faltar ningún día. Se alista temprano para llegar a tiempo al colegio, a diferencia del año pasado que lloraba y no quería asistir, por ello tuve que atrasarla 1 año”. Saber que mi estudiante se siente alegre aprendiendo y quiere asistir a la escuela, es un logro que, aunque parezca pequeño, es inmenso, porque es el paso determinante para su futuro.