Capítulo 13: El poder de los cuentos cuando son narrados en colectivo

SERIE: ¡MAESTROS QUE APRENDEN, MAESTROS QUE TRANSFORMAN!

Por: Valeria Duarte


Javier Juárez Quispe es un profesor que cree en el poder de los cuentos. Por ese motivo, cuando se dio cuenta que sus estudiantes tenían problemas de lectoescritura y comunicación, recurrió a una nueva estrategia. “Ante las dificultades, como docente uno se pregunta: ¿Qué más puedo hacer por los niños?. Pero en uno de los talleres del programa ¡Qué Maestro!, nos contaron que en la plataforma de la Biblioteca del Perú había un espacio de audios y videos donde hay narraciones, entonces dije: por aquí voy empezar.”

Cuando le contó a sus estudiantes, ellos se sintieron fascinados por la idea. Por ese motivo, el profesor Javier les compartió por mensajes de WhatsApp una primera historia, y luego todos empezaron a conversar en base a ella. Sin duda, esta nueva estrategia estaba trayendo grandes resultados en las competencias comunicativas, pero aún el profesor Javier sentía que se podría mejorar el nivel de involucramiento de los padres de familia. Por ese motivo, les propuso un reto a sus estudiantes: “¿si nosotros empezamos a hacer nuestras propias historias?”. Esa fue la pregunta que permitió el inicio del proyecto Cuenta Cuentos, un proyecto donde cada viernes un grupo de estudiantes se convertiría en narradores de sus historias favoritas.

Todos estuvieron muy emocionados, pero aún había un reto: convencer a los papás y mamás con respecto al involucramiento. “Con ayuda de la directora, hicimos una reunión de manera presencial cuidando las normas de bioseguridad. Ahí, les presenté a los padres el proyecto. Hicimos una simulación de clase con ellos, para que conozcan el contenido del cuento, la estructura y pues les encantó, se comprometieron a participar y se quedaron muy entusiasmados”, nos cuenta el maestro Javier. Desde ese momento, “cada semana, dos niños se encargan de seleccionar algún cuento que han leído y con la participación de sus padres de familia, lo narran y lo representan, sean con disfraces, con dibujos, títeres, etc; y luego eso lo graban en un video y un día antes me lo envían para yo armar las preguntas para sus compañeros.”

Gracias a la implementación de esta nueva estrategia y a través de grandes historias creadas junto a la participación de los padres de familia, el profesor Javier empezó a notar cómo sus estudiantes mejoraron en sus competencias expresivas. Estos grandes resultados, han llevado al profesor Javier y a sus estudiantes a soñar en grande y proponerse la meta de gestionar su propia biblioteca de cuentos, la cual se pueda implementar en toda la Institución Educativa.

“Me llevo muchos aprendizajes. Uno de ellos es que, a pesar de las adversidades, uno como maestro sí puede dar más. Lo importante aquí son los estudiantes, y yo me he demostrado que, con el apoyo de los padres de familia y si uno les pone esa chispa, se pueden lograr grandes cosas.”