El poder de enseñanza de la Madre Tierra
Por: Valeria Duarte
Cuando la PEP Karina empezó el Programa de Liderazgo, conoció la IE. 86467, una pequeña escuela ubicada en la comunidad de Runtu, distrito de San Marcos, departamento de Áncash. Ahí, asumió el reto de acompañar el proceso de aprendizaje de un aula multigrado con estudiantes desde 1ro a 4to de primaria, utilizando la metodología TiNi de la mano de la ONG ANIA.
“Cuando inició el año 2019, la ONG ANIA me capacitó para entender esta metodología que significa tierra de niñas, niños y jóvenes”, nos comenta Karina. Para los que desconocemos TiNi, esta se basa en centrar las experiencias de aprendizaje en la Madre Tierra como pilar para aprender y convivir en armonía. “Busca espacios donde los estudiantes puedan conectar y contextualizar la gran mayoría de los temas, con la naturaleza. De esta manera, permite que se desenvuelvan en un ambiente libre.”
Para lograrlo, en el 2019 la escuela designó un espacio para que los estudiantes puedan hacerse responsables de retribuir a la naturaleza sembrando. Este acontecimiento no solo permitió que refuercen, con ayuda de la Madre Tierra, los cursos de matemática, comunicación, ciencia y arte, sino que promovió la activación de toda la comunidad educativa. “Cuando la escuela nos dio el espacio, había mucha mala hierba, por eso, todos los padres vinieron un fin de semana y nos ayudaron a sacarla y a arar la tierra. La directora Lourdes también se involucró, a ella le gusta mucho lo artístico por lo que nos ayudó con la decoración. Fue una gran aliada, siempre me apoyaba e impulsaba mis ideas. Sin duda, fue un gran trabajo en colectivo”.
El 2019 fue un año retador para la profesora Karina, pero le permitió conocer a sus estudiantes y a interiorizar la metodología de la TiNi, por ese motivo, estaba muy emocionada por descubrir lo que el 2020 traería para ella. “Para el 2020 tenía muchos planes, pero llegó la pandemia y cambió todo. Para mí fue muy difícil acoplarme, porque mis niños solo podían recibir llamadas. Los primeros meses no tocamos la TiNi porque ni yo misma sabía cómo abordarlo. Me di el tiempo para repensar y ANIA se convirtió en un gran aliado”, nos cuenta Karina.
La metodología de la TiNi contemplaba tres opciones: TiNi en escuela, TiNi en casa y TiNi en barrio. Por ese motivo, los estudiantes empezaron a implementar en sus casas, un espacio en donde tenían sus plantas y junto a sus familiares, se organizaban para cuidarlas. “Sin duda el cariño por las plantas lo tenían desde antes que viniera ANIA, pero la experiencia hizo más fuerte el concepto de cuidar y valorar.” Esta experiencia fue exitosa, pero la profesora Karina y sus estudiantes sabían que podían seguir emprendiendo más acciones para compartir sus aprendizajes con toda la comunidad. “Runtu es una comunidad precaria, pero tiene muchas ganas de salir adelante y eso es algo que resalto de los padres de familia y niños, por eso, con mis estudiantes iniciamos varios proyectos”.
Uno de ellos fue Runtu Limpio, una iniciativa de concientización donde se organizó una campaña de limpieza donde padres, familiares, vecinos, directora y alcalde, se juntaron para limpiar los distintos espacios de la comunidad, todos liderados por los estudiantes de la profesora Karina.
Para este espacio, también se sumaron otros aliados como Antamina, quienes donaron contenedores a la comunidad. Pero eso no fue todo, gracias a la alianza que la ONG ANIA tenía con la radio San Pedro Satelital, se hicieron radioprogramas donde los niños y niñas compartían mensajes que llamaban a la comunidad de Runtu a ser conscientes de cuidar el medio ambiente.
“Terminé mis dos años como PEP agradecida y satisfecha, porque me di cuenta que mis niños no solo se llenaron de autonomía y liderazgo, sino que aprendieron a soñar. Cuando yo llegué, ellos no tenían sueños y hoy, ese futuro ha cambiado y se han dado cuenta que pueden soñar y pueden lograrlo. No puedo evitar emocionarme al saber que mis niños aprendieron a soñar y a entender que su realidad no los paraliza”, nos comparte Karina.